Palabras mayores...

"Mi posición frente al juego de bengalas en los conciertos al aire libre siempre se sostuvo en entender que si esos fuegos de artificio se entendían como de extrema peligrosidad aún fuera de los locales cerrados, lo correcto y conveniente sería la prohibición de su venta al público y no el traslado del deber policial a los organizadores de los eventos.
El control en éstas reuniones multitudinarias se hace prácticamente imposible por el hecho de que el público no concurre al estadio sino hasta un momento cercano al inicio del show y en tan corto tiempo, entonces, se torna muy difícil el revisar exhaustivamente a los concurrentes.
De cualquier manera y tomando en cuenta los accidentes que pueden ocasionar les pido a quienes se acerquen a mis conciertos que se abstengan de su uso. Gracias".

Fue el pasado 13 de noviembre de 2010 cuando, por primera vez compartiendo un recital con mi hijo, abrazados danzamos al son del pogo más grande del mundo alumbrados por el juego-fuego de las bengalas. Y el alma se me llenó de magia y de amor. El contexto se hizo texto en mi, y nunca nadie supo lo que vivimos ese día... porque poco alcanzan las palabras inventadas para transmitirlo.

"Tomando en cuenta los acontecimientos de dominio público y su vecindad con el momento de mi concierto en Junín, he tomado la decisión de reprogramar el mismo para alguna fecha posterior".
Me motiva el respeto solidario y la posibilidad de sumar tiempo para la reflexión que todos, creo, debiéramos hacer. Con preocupación. Indio"

Estoy de acuerdo. Transitando este momento de reflexión. Respeto lo ocurrido acerca del destino de Miguel también. Y me reencuentro, por qué no, con Cromagnon.

Igualmente insisto en que tal vez detrás de una tragedia, muchas historias de alegría, felicidad y amor son veladas. No dan rating ni venden diarios...

Que cada uno se haga cargo de lo que le corresponde. Empecemos por eso.
Y léase a la letra... Estoy de acuerdo con cada palabra y con esta decisión del Indio y guardo, además de mis entradas, un profundo respeto por estas vidas, trágicamente, perdidas. Pero mi susurro aquí es contar la otra cara de la moneda.