28 may 2011

Historizando

... y si en lugar de elegir un juego hoy, primero me contás algo de cuando vivías en la fábrica abandonada...
- Algo lindo o algo feo?
... lo que tengas ganas... por ahí si contás algo que te resulte triste lo podemos pensar juntos y tal vez te sientas mejor...
- yo hacía cosas malas.. desobedecía... siempre hice cosas malas, me decían que me quede en un lugar y yo me iba
...a  donde?
- a buscar algo con qué jugar en la fábrica y veía cosas que no tenía que ver...
...querés contar lo que veías?
- No...
...seguro?
- había un hombre, no me acuerdo como se llamaba (silencio rotundo...mirada perdida...observando el recuerdo?) mi mamá se metía un polvo blanco en la nariz... ¿Jugamos?

...

Juguemos en el bosque mientras el lobo no está... lobo estás??????
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....
Ah bueno! igual el que no está soy yo pues estoy con mi analista tramitando el gran nivel de angustia que cargo en la mochila de mi alma desde que soy más chiquito...y eso que ahora tengo 11.

...

Parráfos de Perez Esquivel  (Argentino y Premio Nobel de  la Paz) contra la penalización y exlcusión de los jóvenes
Una sociedad que no piensa en sus niños, que los reprime y abandona, es una sociedad que hipotecó el presente y condenó el futuro.
Una y otra vez hay sectores sociales, organizaciones, funcionarios del gobierno que sólo piensan en su seguridad; no en la de todos. Los medios de comunicación, en su política mediática, buscan generar la aprobación masiva social que condene a los menores en estado de riesgo social. Así vivió la población diversas situaciones como el caso de la muerte, lamentable, del hijo de Juan Carlos Blumberg, que fue utilizada para buscar condenar a los menores de edad , impulsando una campaña para bajar la edad de imputabilidad de los menores y aplicar la mano dura.(...)
Afirman una y otra vez que los menores que cometen un delito entran en la comisaría por una puerta y salen por la otra, que los jueces los dejan en libertad.
Organismos que llevamos muchos años de trabajo con minoridad en riesgo social tenemos claro que los chicos son en primer lugar personas, con derechos sociales y constitucionales. Que son víctimas de una sociedad injusta y expulsiva, que no les da protección, ternura, siendo marginados y rechazados permanentemente.
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli dice que hay que poner fin a la ola de delitos y que la solución es penalizar a los menores bajando la edad de imputabilidad. Sería importante preguntarle al gobernador si se acercó a los chicos que están en la Plaza San Martín, frente a la gobernación en la Plata y les preguntó qué piensan ellos de su seguridad. Si les preguntó ¿porqué viven en la calle, porqué se drogan?- ¿Qué pasa con su familia, su escolaridad, su salud? Sí les preguntó ¿Cómo los trata la sociedad y la policía, cómo los tratan los organismos estatales?
Sería importante que el gobernador visite las cárceles y los Instituto de menores de la provincia. Vería que las cárceles no rehabilitan a nadie, son depósitos humanos y un menor que entra ahí es condenarlo de por vida.
La Comisión Provincial por la Memoria realiza un valioso trabajo en las cárceles. Sería bueno que por lo menos se interiorice de la situación que viven los menores, en cárceles que denominan “ institutos”, y pueda determinar su situación. Es necesario generar políticas para dignificarlos como seres humanos y no para tratarlos peor que animales, que es la situación actual.
Los pregoneros de la “mano dura”, están apuntando a los efectos de una fuerte crisis de valores, de una sociedad que ha perdido el espíritu y su ternura, que sólo quiere penalizar y no solucionar los problemas de los jóvenes en situación de riesgo social. No buscan las causas que generan la violencia y marginalidad de los jóvenes. Piensan que encerrando a los menores se terminan los delitos. Los sectores sociales que reclaman más policías, más represión, más control social para su seguridad, esperan dormir tranquilos y felices pensando en la seguridad de la mano dura. Lo único que lograrán tener es pesadillas.
¿Algunos de los que reclaman mayor seguridad y bajar la edad de imputabilidad de los menores, se acercó a los pibes y chicas que buscan ganar unas monedas haciendo piruetas y limpiando vidrios de los autos en las calles? - ¿Les preguntaron dónde duermen y qué comen, si tienen frío o calor y qué seguridad les da la sociedad?
A los señores y señoras jueces, debieran preguntarles si alguna vez levantan la cola de sus asientos y caminan las calles y conversan con los chicos que viven a la orilla de la vida, entre la angustia y la desesperación. Con qué ligereza se condena a los jóvenes sin analizar las causas, sin políticas de contención y asistencia real.
(...)
Vuelvo una vez más a señalar que “no sólo se mata con balas, se mata con hambre”
(...)
Los funcionarios municipales ahora hablan y piden mano dura contra el desamparo, la miseria y marginalidad. Las estadísticas de la policía dicen que aumentó la delincuencia juvenil, los jueces están atiborrados de causas y los pobres continúan siendo los perdedores de siempre. A esto le llaman democracia. ¡Cuánta hipocresía frente a un problema que nunca quisieron resolver!.
(...)
A los chicos hay que cuidarlos, respetarlos y darles afecto, escucharlos y no reprimirlos, menos excluirlos. Necesitan de la solidaridad, el respeto y diálogo con la sociedad. No hay que olvidar que toda sociedad es el resultado de quienes la componen.
(...)
Si plantas violencia, recogerás mayor violencia. Si siembras la Paz, el fruto será la dignidad y seguridad de todos.

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