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¿Cuándo  o cómo comienza a mostrar su rostro el final?
¿Es, acaso, cunado empieza a resonar el "hasta cuándo?"?
¿Será, tal vez, cuando las justificaciones de los sinsentidos dejan hueco y vacío?
¿Cuál es la justa medida para parar y gritar, estruenda o silenciosamente, basta?
¿Es cuándo, por primera vez, se hace fácil despertar y darse cuenta que nunca te diste cuenta que dormías sola?
¿Es cuestión de culpabilizar burbujas de poca monta emocional o de implicar y responsabilizar quien las empina?
Cuando lo que prima es la ausencia de lógica. Entendiendo que existe la lógica.
Será cuestión de pensar menos y hacer más. Un clisé: hacer lo que uno siente. Trilladísimo.